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Mitos y realidades sobre los catéteres intravenosos

Los catéteres intravenosos (IV) son herramientas esenciales en hospitales, clínicas y servicios de emergencia. Sin embargo, alrededor de su uso existen ideas equivocadas que pueden generar dudas, errores en la práctica o incluso riesgos para el paciente. En este artículo aclaramos los mitos más comunes y explicamos las realidades respaldadas por la evidencia clínica, ideal para estudiantes, personal nuevo o profesionales que buscan actualizarse.

Mito 1: “Mientras más grande el calibre, mejor”

Realidad:
El calibre adecuado depende del paciente y del procedimiento.

  • Calibres grandes (18G, 20G) se usan para emergencias, transfusiones rápidas o cirugías.

  • Calibres pequeños (22G, 24G) son ideales para adultos con venas frágiles, pediatría o terapias que no requieren alto flujo.

Usar un calibre demasiado grande puede aumentar el dolor, dificultar la canalización o provocar fallas en la vena.

Mito 2: “El catéter puede quedarse indefinidamente si no se ve mal”

Realidad:
Los catéteres IV tienen un tiempo recomendado de permanencia.
En la mayoría de los protocolos, deben evaluarse a diario y cambiarse cada 72–96 horas, o antes si hay signos de infección, dolor, inflamación o fuga.

Mantener un catéter más tiempo del indicado eleva el riesgo de flebitis e infecciones.

Mito 3: “Mientras esté sellado, puedo manipular el catéter sin guantes”

Realidad:
Siempre debe manejarse con técnica aséptica y con guantes.
El contacto directo de las manos con el sistema puede contaminar el material, alterando la esterilidad y comprometiendo la seguridad del paciente.

Mito 4: “Todos los catéteres intravenosos son iguales”

Realidad:
Los catéteres varían en:

  • Material (PTFE, PU)

  • Flexibilidad

  • Flujo

  • Presencia de puerto o no puerto

  • Calidad de la aguja

  • Certificaciones

Un catéter de mala calidad aumenta el riesgo de fisuras, infiltraciones y fallas durante el procedimiento.

Mito 5: “Si la vena se ve bien, no hace falta verificar flujo antes de fijar”

Realidad:
Siempre debe verificarse el retorno venoso antes de asegurar el catéter.
Esto confirma que la punta está correctamente posicionada y evita infiltraciones, dolor y complicaciones.

Mito 6: “Los catéteres pequeños no sirven para transfusiones”

Realidad:
Aunque los calibres grandes permiten flujos más rápidos, las transfusiones pueden administrarse por 22G sin problema, siempre que no se requiera una reposición urgente de volumen.

Mito 7: “Si el catéter está obstruido, basta con empujar con más fuerza”

Realidad:
Nunca debe aplicarse presión excesiva.
Esto puede romper la vena, causar infiltración o dañar el catéter.
Debe identificarse la causa: coágulo, mala posición o acodamiento del tubo.

Conclusión

Comprender la realidad detrás de estos mitos mejora la seguridad del paciente, reduce complicaciones y optimiza los procedimientos clínicos. La educación continua es clave para el personal sanitario, especialmente para quienes están iniciando en el área.

En World Supply 1010 ofrecemos catéteres intravenosos de 18G, 20G, 22G y 24G, con calidad certificada y excelente rendimiento para todo tipo de procedimientos médicos.

Encuéntranos en Santa Mónica, Quinta Billa, calle Lisandro Alvarado, frente a la Iglesia La Consolación, Caracas, Venezuela.

Pedidos y cotizaciones por WhatsApp:
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